Aprende a diferenciar y aplicar correctamente la depreciación contable y tributaria en Perú. Evita reparos de SUNAT y mejora tu gestión financiera con formación práctica y especializada.
¿Depreciación contable o tributaria? No confundas los criterios en 2025
La depreciación es uno de los conceptos más aplicados —y también más malinterpretados— dentro del ejercicio contable y fiscal en el Perú. Aunque se refieren al mismo activo y al mismo desgaste, la contabilidad financiera y la normativa tributaria manejan criterios diferentes, con objetivos particulares y consecuencias que pueden impactar en la tributación y en la presentación de los estados financieros.
En otras palabras: si aplicas mal estos enfoques, puedes cometer errores graves como reparos tributarios, inconsistencias en tus libros o una conciliación fiscal incompleta.
¿Por qué existen dos formas de calcular la depreciación?
- Contabilidad financiera (NIIF): Busca representar de forma realista el desgaste del activo, con base en su vida útil estimada y el uso dentro de la operación.
- Normativa tributaria (SUNAT): Establece reglas estándar, fijas y objetivas que determinan el gasto deducible aceptado para fines del Impuesto a la Renta.
El resultado: tasas, plazos y métodos distintos, que el contador debe manejar con precisión para evitar errores o contingencias.
Diferencias clave entre la depreciación contable y tributaria
Aspecto | Depreciación Contable | Depreciación Tributaria |
Base normativa | NIIF | Ley del Impuesto a la Renta y su reglamento |
Objetivo | Reflejar deterioro real del activo | Determinar gasto deducible ante SUNAT |
Vida útil | Según experiencia técnica o real | Plazos máximos fijados por Ley |
Método permitido | Línea recta, unidades de producción, acelerado | Solo línea recta (con pocas excepciones) |
Inicio de depreciación | Desde que el activo está en uso | Desde el mes siguiente a su adquisición |
Revaluación | Permitida con base técnica | No deducible fiscalmente |

¿Qué implica esto en la práctica contable?
1. Llevar un doble control coherente
El sistema contable debe aplicar criterios económicos (NIIF) y, en paralelo, el tributario debe ajustarse a los límites legales. Esto se resuelve en la conciliación tributaria al cierre del periodo.
2. Documentar adecuadamente ambas depreciaciones
- Contable: con informes técnicos, políticas internas y notas explicativas.
- Tributaria: con registros actualizados del activo fijo, fechas y afectación al negocio.
3. Evitar errores frecuentes
- Usar la misma tasa sin base técnica.
- No registrar depreciación contable cuando el activo ya está en uso.
- Incluir bienes no afectos a rentas gravadas.
- Omitir la conciliación en el cálculo del impuesto diferido.
¿Cómo aplicar correctamente ambos enfoques?
- Define políticas claras que separen criterios contables y tributarios.
- Usa software que permita llevar ambos cálculos en paralelo.
- Capacita al equipo contable en NIIF y normativa del IR (art. 22 y siguientes).
- Integra tus reportes de depreciación con la conciliación mensual para detectar reparos o activos improductivos.
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